El término “mi segunda casa es mi trabajo” ¿te suena conocido?, ¡claro! Es donde pasamos el mayor número de horas del día. Con organización y disciplina podemos tener una alimentación saludable en el trabajo. La alimentación con alimentos frescos y naturales nos traerá beneficios como una mayor concentración, ahorro de dinero, más energía y en general mayor bienestar de mente y cuerpo.

 

Promover la salud y el bienestar en general depende de muchos factores, pero el principal es el poder decir “hoy empezaré el cambio” y de ahí partir para lograrlo.

 

Una recomendación importante de cómo empezar con este cambio es que empieces poco a poco hasta que se logre un hábito de por vida, esto te beneficia ya que reduce enfermedades como obesidad, diabetes, hipertensión y en general enfermedades cardio metabólicas, entre otras situaciones que hemos normalizado como problemas en la piel y dolor de cabeza.

 

En el lugar de trabajo podemos tener una alimentación saludable

 

Los cambios, aunque sean mínimos, se reflejan incluso en el estado emocional, eso se va notando y así nuestro propósito se vuelve más fuerte y la autoestima se eleva.

 

Compartimos algunos consejos para mejorar nuestra alimentación de forma sostenible:

 

1. Empieza con un desayuno adaptado a tu medida, a algunas personas les sienta mejor empezar el día con un desayuno completo y a otras personas algo más ligero porque prefieren hacer comidas más ligeras o almuerzan más tarde. Lo importante es que incluyas alimentos nutritivos, fuentes de energía pero sin ingredientes no saludables como los azúcares añadidos, el sodio, las grasas saturadas y trans de productos muy procesados.

 

2. Si te funciona bien, incluye algunas colaciones o refrigerios como fruta, verduras, hortalizas y semillas, así evitas antojos no saludables como golosinas y comida chatarra y ahorras dinero en compras imprevistas.

 

3. Si no lo haces, empieza a llevar comida preparada en casa una o dos veces por semana para consumir en el lugar de trabajo. Puedes prepararla desde un día antes o asignar un día a la semana para cocinar y así ahorrar tiempo antes de salir al trabajo.

 

4. Crear un menú semanal ayuda mucho a ahorrar tiempo y dinero en las compras. Considera si los platillos deben ser fríos o hay algún lugar donde calentarlos. La variedad es importante para que no te canses de comer siempre lo mismo.

 

5. Al hacer tus compras busca los sellos en el empaque, cuenta cuántos tiene cada producto y elige los productos que tengan menos sellos o si no tiene sellos, es mejor. Los productos con sellos, pueden dañar tu salud.

 

6. Cuando traer alimentos desde casa se complique, ten ubicado algún lugar o servicio que oferte alimentos saludables, que te permitan iniciar tu comida con verdura, evitar el exceso de carbohidratos (como arroz, pan, tortillas en exceso) así como de frituras y postres muy azucarados.

 

7. La hidratación con agua natural es muy importante para tu cuerpo, también mejora la digestión y concentración. Para añadir sabor utiliza frutas, hierbas, té o infusiones sin azúcar. En el restaurante o la fonda disfruta un buen vaso de agua de sabor, pero síguete hidratando con agua simple.

 

8. Establece horarios de desayuno y comida, de acuerdo con tus actividades, respetarlos ayudará mucho a tu digestión y a crear un hábito con el tiempo.

 

Si tu trabajo es sentado o sentada, procura hacer una pausa cada dos horas (caminar, bajar por las escaleras, pararse y hacer un pequeño recorrido). Ya estando en este nivel de cambios, puedes incluir actividad física intensa a tu rutina, al menos 60 minutos, tres veces a la semana.

Referencias:

OPS/OMS | Una nueva perspectiva para una dieta saludable – Guía Alimentaria para la población brasileña (paho.org)

La OMS insta a los gobiernos a fomentar la alimentación saludable en los establecimientos públicos (who.int)

Nutrición – OPS/OMS | Organización Panamericana de la Salud (paho.org) Alimentación sana (who.int)

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